Depresión POSPARTO
Síntomas tempranos | Depresión en el Posparto | Tratamiento
Síntomas tempranos de Depresión
La depresión se inicia con síntomas que a menudo parecen corresponder a otros problemas de salud, con frecuencia tras episodios de estrés por diferentes motivos (personales, familiares, laborales,…), pero en ocasiones también lo hace sin ninguna razón aparente.
Y esos signos tempranos se van prolongando en el tiempo durante días, semanas e incluso meses. Esos síntomas precoces serían:
- Cansancio, fatiga intensa;
- Irritabilidad, mal humor;
- Ansiedad, angustia, que empieza matutina y se va haciendo también vespertina;
- Dolor: muscular (espalda, extremidades), de cabeza;
- Desinterés, apatía;
- Inapetencia sexual, falta de deseo;
- Apetito alterado: habitualmente disminuido pero en ocasiones aumentado;
- Alteración en el ritmo de sueño.
Y con el paso del tiempo irán apareciendo otros signos ya más específicos del síndrome depresivo como sentimientos de infelicidad, de inferioridad, de incapacidad, de dificultad para la concentración, de desesperanza, de vacío, de culpa.
Depresión en el Posparto
La depresión posparto (o post parto) afecta a casi el 15% de las mujeres.
No hay que confundirla con los cambios en el estado de ánimo de los días posteriores al parto, que son consecuencia de las fluctuaciones hormonales propias de ese momento.
Para las mujeres, el embarazo y los primeros meses después del nacimiento del bebé, representan un período intenso para su vida, no siempre exento de posible conflicto y tensiones.
El nacimiento de un bebé puede afectar a muchas áreas de su vida, física y emocional, en la que se ponen a prueba la relación de pareja, la estructura familiar, la esfera laboral y económica.
Y muchas mujeres lo viven con agotamiento pero con felicidad.
Pero para otras, no es tan maravilloso como habían pensado, y desarrollan un trastorno de ansiedad, se sienten infelices y pueden llegar a presentar un trastorno depresivo.
Un trastorno que si bien puede iniciarse durante el embarazo es más frecuente semanas después del parto, e incluso meses después.
Es una circunstancia además, que pudiera vivirse con dificultad debido a que resulta difícil de entender, para algunas personas, que quien debiera estar alegre por el nacimiento de un hijo, esté triste; una tristeza o desanimo que pudiera llegar a ser tan intensa que necesite ser tratada.
Aquellas mujeres que con anterioridad hubieran padecido una depresión tendrán mayor predisposición a padecerla tras el parto. Hasta en un 55 % de ellas pueden padecerla tras un periodo de gestación en el que se sentirán más vulnerables.
También serán más susceptibles aquellas ya que tenían poco soporte social, baja autoestima y dificultades en su vida cotidiana anterior.
Y aquellas otras con un estándar de vida, previo al embarazo y parto, muy exigente. A menudo mujeres muy perfeccionistas, que pretenden hacerlo todo, y muy bien, y que se verán sometidas a intensa presión.
Todas ellas tendrán mayor riesgo y será conveniente su supervisión por un especialista durante el embarazo y en el postparto.
El inicio de la enfermedad suele ser lento.
A veces tienen que pasar meses hasta que estas madres, que presentan sobrecarga con la nueva situación, y van mostrando irritabilidad, altibajos emocionales, lágrima fácil, ansiedad y sobretodo dificultades con el sueño, manifiesten un estado depresivo.
No conseguir descansar, y pasar muchas horas despierta de noche sin poder conciliar el sueño, puede ser un factor que precipite la depresión.
El trastorno de sueño debe ser considerado como el síntoma más importante para prevenir la reacción depresiva, por lo que y debería ser resuelto cuanto antes tras su diagnóstico.
Si la situación evoluciona, aparecerán otros síntomas como dificultad para la concentración y la toma de decisiones, sentimiento de culpa o de fracaso y desesperanza, que se irán haciendo más intensos.
Tratamiento de la depresión posparto
Debe buscarse sin demora ayuda profesional especializada, contactando con un psiquiatra, porque esta situación puede ser tratada y superada. Con el tratamiento su sentimiento de culpa desaparecerá, se recuperará y volverá a estar bien.
Un tratamiento que, si bien hasta entonces pudiera haber sido suficiente con psicoterapia, podría decantar ahora a su especialista por un tratamiento con medicamentos antidepresivos; un tratamiento que no deberá preocuparle porque además eficaz, es compatible con la lactancia del bebé.
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